Nacido de la más hermosa inspiración de un artista perfumero sobre su musa, se origina la maravillosa fragancia Mon Guerlain. Destinada a la mujer «de hoy día», una mujer que desarrolla todos los ámbitos de su vida, libre, dedicada, fuerte y al mismo tiempo tierna y delicada.

Como si de un verdadero tatuaje se tratase, su hermosa esencia se fija sobre la piel a modo de sello inconfundible que deja huella. Un perfume resplandeciente repleto de sensaciones extraordinarias gracias al saber hacer de la casa Guerlain, que mima en extremo todo el proceso de elaboración, desde aquellas personas que se dedican a cultivar los mejores ingredientes hasta el frasco que lo contiene.

Perteneciente a la familia olfativa Fresco oriental , sus delicadas notas nos cautivan desde la salida del perfume, con lavanda de Carla y bergamota, desvelando su lado más natural y flamante. Dejando paso a las notas de corazón encontramos jazmín Sambac e iris que aportan feminidad y luminosidad a su aroma. En contraposición a estas notas tan delicadas, percibimos un fondo misterioso que se debe a la madera de sándalo australiano, faceta más intensa y sensual gracias a la vainilla de Tahití que envuelve por completo a la mujer que lo porta.